Mirando al mundo musical, por poner un ejemplo fácil, tenemos muchos ejemplos de ello. Joaquín Sabina tiene un estilo propio muy reconocible, sin embargo podemos decir que su voz no es lo mas destacado, tecnicamente hablando, pero ello no ha sido un impedimento para que sea una de las máximas figuras dentro de la música de nuestro país.
En el mundo de la moda tenemos a Agatha Ruíz de la Prada, cuyos diseños pueden gustar mas o menos, pero que contienen un estilo muy reconocible que, sin duda, ha hecho que esté en lo mas alto del mundo de la moda.
En fotografía ocurre lo mismo. Tener un estilo propio reconocible es muy importante. Que sea reconocible quiere decir que, sin conocer el nombre el autor, al ver una fotografía podamos adivinar facilmente por quién ha sido realizada. Esto es muy importante y lo podemos comprobar en muchos ejemplos: Annie Leibovitz con sus retratos e imáganes llenas de colorido, espectaculares escenografías y vestuarios; Steve McCurry con sus coloridos paisajes de países exóticos; Chema Madoz (para dar un toque español) con sus poesías visuales... todos ellos tienen ese denominador común que es un estilo propio muy reconocible.
Fotografía Annie Leibovitz
Fotografía Steve McCurry
Fotografía Chema Madoz
Cuando empezamos a hacer fotos tendemos a captar cualquier cosa, objeto, paisaje, persona que se nos ponga por delante. Es un período un poco caótico donde no tenemos muy centrada la idea de por donde irá nuestra pasión por la fotografía. Salimos a la calle y no tenemos muy claro a qué hacer fotos o a donde ir. Poco a poco, y con el paso del tiempo, nos daremos cuenta de qué es lo que mas nos gusta fotografiar y nos iremos centrando en ello. Eso es muy importante porque es el primer paso para crearnos un estilo propio.
En mi opinión una forma más fácil de llegar al tipo de fotografía que nos gusta, o el que nos gustaría desarrollar, es realizando series de temas concretos. Por ejemplo, empezar por fotografiar texturas; ahí ya tendríamos un objetivo concreto para salir a la calle y decidir por donde empezar: podemos irnos a fachadas de edificios, o irnos al campo a fotografiar la corteza de los árboles, los ditintos dibujos que forma la tierra del suelo, la arena de la playa, etc. Otro día podemos plantearnos hacer fotografía urbana o callejera, así que salimos a realizar fotos a situaciones cotidianas que ocurren en la calle o a edificios. En fín, lo importante es tener claro qué nos interesa fotografiar e ir a por ello. Así vamos descubriendo qué tipo de fotografía nos gusta mas y podemos profundizar mas en ella.
Esto sería mas o menos el comienzo de cómo llegar a tener un estilo propio en la fotografía. Después vendría el poder llegar a tener un estilo propio reconocible y por último que ese estilo propio y reconocible sea único. Teniendo esto y ofreciendo a la vez buena calidad en tu trabajo tendríamos posibilidades de ser fotógrafos de alto nivel y reconocidos a nivel nacional o mundial. Habría que contar también con buena dosis de suerte y estar en el lugar correcto con la gente adecuada para darnos a conocer.
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